Anne Smith

Una traducción al español está disponible a continuación.

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Memorial for Anne Smith

By Jennifer Toon

Anne’s friend and favorite librarian

“I don’t want none of them dirty books Toon.” I looked up from the library computer. Granny Anne was standing on the other side of the counter with her glasses perched at the end of her nose, glaring at me. I leaned over and gently took the book out of her hand. “Then Double Fantasy is not a good idea.” She took it back and pointed to the cover. “Hot summer romance, it says romance.” I took the book away from her again. “That doesn’t mean temperatures in the summer time. It means sex, Granny.” She threw her hands up. “Then keep it. You girls like all that goosing in your books. I just want a love story.” I laughed and told her yes, many of the ladies prefer something a little bit steamier, but I wanted to make sure she left with something she liked. “Did you see the Debbie Macomber on the new release shelf? I believe it’s still over there.” The women crowded around the book cart parted as Anne inched towards it. She stared at the books with some confusion. “Whatcha need Granny Anne?” asked a younger woman nicknamed Red. Anne attempted leaning forward but hesitated. “Honey,” she said to the girl, “Will you look for the Debbie Macomber and hand it to me?” The normally impatient crowd waited for the book to be found and Anne was out of harm’s way before jostling each other for space again. She checked out the much tamer romance novel and wandered out the door. Later she sent me a message, “Find me another one just like that.”

And I did, many times over. This is what I remember the most about her, that insatiable desire to read and escape. She told me she liked to snuggle in bed, sip coffee and read. The younger girls cooked for her sometimes and she enjoyed their energy, and conversation but often she just wanted to read. She was a quiet lady, who I knew had a life sentence, though I never asked what for. I found her to be intelligent and warm. She minded her business and led a quiet existence among us.

When a friend wrote recently and said that she had heard that Anne was on a ventilator, I knew that she wouldn’t make it. I don’t know how to explain it but I just felt it. I held out hope that perhaps the prison grapevine was wrong, but on August 24th, the gossip proved true. TDCJ posted Anne’s death. COVID19 had taken Granny Anne in the worst way possible, alone in a prison hospital infirmary.

I don’t know Anne’s criminal history. I can’t speak to anything about her other than our years together at Mountain View, and it is because of that I want to say, I don’t know what justice was served by her suffering and death. She was a sweet person, but to the State and maybe society, she was just another offender, a statistic, a criminal.

I write this as a testament that she was much more than that. She was wise, she was a gentle lady, who made us laugh and taught us respect. I take some comfort in knowing she still exists, as a part of me, and every woman in TDCJ. We are all intrinsically linked. Anne lives on. We will make damn sure of it.


From Mourning Our Losses:

Anne Smith, a 77-year-old woman living in Texas, passed away on July 29, 2020, two weeks after she tested positive for COVID-19. She was incarcerated at Carole Young Unit in Dickinson, Texas, and she is missed dearly by Jennifer and others. We mourn her loss.

Jennifer Toon’s memorial of Anne was originally published on Medium, in conjunction with the Texas After Violence Project. We thank her for permitting us to reproduce it here.


Memorial para Anne Smith

Por Jennifer Toon

Amiga de Anne y su bibliotecaria favorita 

"No quiero ninguno de esos libros sucios Toon". Miré desde el ordenador de la biblioteca. Abuelita Anne estaba de pie al otro lado del mostrador con sus gafas en la punta de la nariz, mirándome fijamente. Me incliné y suavemente le quité el libro de su mano. "Entonces la Doble Fantasía no es una buena idea." Ella lo tomó de nuevo y señaló a la cubierta. "Romance de verano caliente, dice romance". Le quité el libro otra vez. "Eso no significa temperaturas en el verano. Significa sexo, abuelita". Ella levantó las manos. "Entonces quédatelo. A ustedes, chicas, les gusta todo eso de la búsqueda en sus libros. Sólo quiero una historia de amor." Me reí y le dije que sí, muchas de las damas prefieren algo un poco más vaporoso, pero quería asegurarme de que se fuera con algo que le gustara. "¿Viste la Debbie Macomber en el estante de novedades? Creo que todavía está allí." Las mujeres se amontonaron alrededor del carrito de libros y se separaron cuando Anne se inclinó hacia él. Ella miró fijamente los libros con algo de confusión. "¿Qué necesita abuelita Anne?" preguntó una mujer más joven llamada Red. Anne intentó inclinarse hacia adelante pero vaciló. "Cariño", le dijo a la chica, "¿Buscarás a Debbie Macomber y me lo entregarás?" La normalmente impaciente multitud esperó a que se encontrara el libro y Anne estuvo fuera de peligro antes de volver a pelearse por el espacio. Miró la novela de romance mucho más domestica y salió por la puerta. Más tarde me envió un mensaje, "Encuéntrame otro igual".

Y lo hice, muchas veces. Esto es lo que más recuerdo de ella, ese insaciable deseo de leer y escapar. Me dijo que le gustaba acurrucarse en la cama, tomar café y leer. Las chicas más jóvenes cocinaban para ella a veces y ella disfrutaba de su energía, y de la conversación, pero a menudo sólo quería leer. Era una mujer tranquila, que sabía que tenía una sentencia de por vida, aunque nunca le pregunté para qué. La encontré inteligente y cálida. Se ocupaba de sus asuntos y llevaba una existencia tranquila entre nosotros.

Cuando una amiga me escribió recientemente y dijo que había oído que Anne estaba en un respirador, supe que no lo lograría. No sé cómo explicarlo pero lo sentí. Tenía la esperanza de que tal vez la vid de la prisión estaba equivocada, pero el 24 de agosto, los chismes resultaron ser ciertos. TDCJ publicó la muerte de Anne. COVID19 se había llevado a abuelita Anne de la peor manera posible, sola en la enfermería del hospital de la prisión.

No conozco los antecedentes penales de Anne. No puedo hablar de ella más que de nuestros años juntos en Mountain View, y es por eso que quiero decir, que no sé qué justicia le sirvió su sufrimiento y su muerte. Ella era una persona dulce, pero para el Estado y tal vez para la sociedad, era sólo otra delincuente, una estadística, una criminal.

Escribo esto como un testamento de que ella era mucho más que eso. Era una mujer sabia y amable, que nos hacía reír y nos enseñaba a respetar. Me reconforta saber que ella aún existe, como parte de mí, y de cada mujer en TDCJ. Todos estamos intrínsecamente ligados. Anne sigue viviendo. Nos aseguraremos de eso.


De Mourning our Losses:

Anne Smith, una mujer de 77 años que vivía en Texas, falleció el 29 de julio de 2020, dos semanas después de dar positivo para COVID-19. Fue encarcelada en la Unidad Carole Young en Dickinson, Texas, y Jennifer y otros la extrañan mucho. Lamentamos su pérdida.

El memorial escritro por Jennifer Toon de Anne fue originalmente publicado en Medium, en conjunto con el Texas After Violence Project. Le agradecemos que nos haya permitido reproducirlo aquí. Translated by Manuel Perez / Traducida por Manuel Perez.

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